Colombia es un país amante de la fiesta, la diversión y la originalidad. Aunque hay muchos festivales que podríamos recomendar, aquí le presentamos 5 que nos parecen muy particulares y que de seguro va a disfrutar. Eso sí, sin ánimo de ofender ni juzgar…

Festival del Burro

El burro, ese animal trabajador y noble cuyo esfuerzo es de gran apoyo para los campesinos de Colombia y la región, tiene su día de festejo en la localidad de San Antero, Departamento de Córdoba, durante las celebraciones de Semana Santa.

Como casi todas las fiestas en el país, ésta también tiene sus orígenes en las creencias religiosas, pero ha experimentado un interesante proceso sincrético y es ahora un ejemplo vivo de la cultura campesina Caribe.

Durante el desfile, es todo un espectáculo ver a los burros disfrazados, muchas veces como personajes reconocidos internacionalmente, concursando por ser el rey y la reina del año.

Reinado del Feo

Un reinado más en el país, pero en este caso los competidores no son hombres altos y fuertes, con rostros masculinos y delicados.


No, desde hace tres años que en Ríonegro, Municipio cercano a Medellín, se convocan los más feos de la zona a concursar por un reconocimiento que les traerá como recompensa dinero en efectivo, canastas con productos y bonos de consumo. Además, un poco del reconocimiento y la fama con la que muchos sueñan.

El evento se realiza durante el mes de febrero, así que si está por la región en esa época del año, podría darse un salto un conocer más a fondo lo que hay detrás de esta historia.

Festival de la Subienda

También durante febrero, en la región del Tolima, se realiza cada año uno de los festivales más hermosos que podrá ver en el país.
Aunque no le parezca tan curioso como los que hemos mencionado, su belleza consiste en lo especial del evento.


Durante las dos primeras semanas del mes, Honda se viste de fiesta para agradecer y despedir la abundancia de peces que el Río Magdalena ha traído el último par de meses.


Esto se debe a la migración natural de varias especies de norte a sur que, debido a los rápidos y saltos que encuentra a esta altura del río, encuentran trampas naturales donde quedan atrapados.
Como es de esperarse, durante el festival hay desfiles, concursos de belleza, degustación de platos típicos y una dura carrera de motonátuica en los rápidos del Magdalena.

Carnaval del Diablo

 

Aunque no quisiéramos repetir un destino, este evento merece ser mencionado debido a todos los mitos y expectativas que se generan a su alrededor.

Nuevamente en Ríosucio (parece que les gusta mucho diferenciar), el primer viernes de enero de cada año impar, se celebra el Carnaval del Diablo. Esta fiesta popular, catalogada como patrimonio inmaterial de Colombia, hace un llamado al surrealismo, la magia, las artes y la creatividad.

Este festival nace del enfrentamiento entre población mulata e indígena y los intentos cristianos de reconciliarlos. Si tiene la oportunidad, disfrute de cinco días de encanto y entérese de cómo el Diablo terminó siendo el custodio de las fiestas y no una personificación del mal.

La Tomatina

Sí, es española y sí, aquí también se celebra.

La incluimos en esta lista porque la idea de pasar varias horas recibiendo y dando tomatazos no es una práctica muy común, pero en Sutamarchán – Boyacá, es una manera divertida de aprovechar los desechos de las cosechas y unir al pueblo.
Se realiza a inicios de junio y, además de la batalla “A tomatazo limpio” también ofrece otras actividades de interés como feria agropecuaria, charlas y, claro está, una infaltable y larguísima rumba.

Articulo realizado por nuestros amigos de off2colombia.com.co